La soberanía tecnológica, es la potestad de un Estado de elegir libremente y sin condicionamientos de empresas extranjeras, el rumbo al que se quiere orientar su desarrollo científico y tecnológico, que en el futuro podría posibilitar su potencial consolidación como nación.
En el marco de las tecnologías de la información, requerimos software desarrollado por argentinos, en beneficio de los argentinos y de cualquier otro país latinoamericano que pudiera servirse de este desarrollo. Reflexionemos cuantos kilómetros de rutas, vías férreas, redes de agua potable, cloacas y otros servicios podrían construirse con lo que ahorraría el Estado al no tener que pagar licencias de software a corporaciones extranjeras y patentes a las empresas monopólicas del conocimiento y la tecnología.
Es por eso que ante esta fecha histórica, bregamos por Políticas de Estado que implementan el uso de Estándares Libres y Abiertos, desechando la utilización de software con licencia propietaria (cerrado), y adoptando en su lugar software de licencia libre (de fuentes libres o abiertas) tales como las aplicadas en Brasil, Venezuela y Ecuador,como ejemplo de una opción clara por las tecnologías emancipadoras.
Eduardo Galeano, decía: “en nuestros países la independencia plena es todavía, en gran medida, una tarea por hacer, que nos convoca cada día.” En este Bicentenario de la Declaración de la Independencia insistimos en realizar todos los esfuerzos posibles para apropiarnos del conocimiento sobre las herramientas que utilizamos y lograr tener decisión sobre las mismas para depender menos de externos y aportar de esta forma a la construcción de la independencia tecnológica definitiva.
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